Cada año, entre abril y
mayo, los estudiantes de esta facultad somos partícipes –de una u otra forma–
de un nuevo proceso de elección de los Centros de Estudiantes de cada carrera.
Los CEE son la instancia más cercana de organización entre compañeros de
carrera, y prácticamente todas las inquietudes, problemas y propuestas de todo
tipo que surjan en los distintos cursos de ésta, son mediados por el CEE. Como
no cabe duda de la influencia que tienen sobre sus estudiantes, creemos que es
necesario cuestionarnos su verdadero rol.
El cargo que asume un CEE,
no debe reducirse a ser un medio de comunicación entre sus estudiantes y las
autoridades, u otras instancias de organización estudiantil (como el CES o la
FECH). Sus objetivos durante el año tampoco pueden limitarse a organizar la
semana de la carrera, o una fiesta para juntar fondos. Un objetivo principal del CEE debe ser
promover la integración y organización entre sus estudiantes, generar reflexión
y acción en todos sus ámbitos: los referentes a su carrera y formación
profesional, respecto a la organización y movimiento estudiantil, y también
sobre las ideas y proyectos que nazcan en los distintos cursos.
Clásicamente,
la mesa directiva del centro de estudiantes se conforma de 6 alumnos de la
carrera, los cuales adquieren todos cargos y funciones de manera rígida y aislada del resto de los compañeros. Esta
forma de trabajo ha demostrado ser inoperante en muchas ocasiones por la carga que los compañeros asumen (y que deben compatibilizar con su carga
académica), y además por la lejanía que se establece entre estos cargos y el
estudiante común que deben representar. La verdadera representatividad es
aquella que integra todas las visiones mediante la reflexión y la crítica, e
integra el trabajo en conjunto de todos los estudiantes. Esta idea se ha ido
desarrollando y ha tomado mayor posición en nuestra facultad: actualmente, cada
vez más listas de centros de estudiantes son conformadas mediante un llamado
abierto a toda la carrera, buscando integrar a más gente al equipo de trabajo y
asumiendo un rol de mesa coordinadora en lugar de la clásica mesa directiva.
Cada centro de estudiantes
tiene un proyecto político –definido consciente o inconscientemente, de mayor o menor rigidez y consistencia–, que
defiende y cuyos objetivos pretenden concretar: es lo que se suele ver durante
la campaña y cuando la lista pasa por las salas. A veces esto genera
rechazo o inquietudes, el miedo a que “te pasen máquina” o que la mesa no
represente a su estudiantado. Pero un proyecto de CEE debe tener objetivos
políticos claros, sin caer en ser un mero panfleto ideológico ni
plantear posturas que no nacen efectivamente de los estudiantes: tampoco existe
aquella lista neutral o “apolítica”. El verdadero objetivo del CEE es
fortalecer el espacio y la organización cambiando las dinámicas de representación,
reflexión y de trabajo en conjunto, en donde la posición de las personas que
componen la mesa no valen más que la de todos los compañeros.
¡Te invitamos a participar en la organización
de tu carrera, formando parte activa de tu centro de estudiantes, construyendo
paso a paso y desde tu entorno más cercano una nueva Facultad de la Salud!
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