martes, 12 de junio de 2012

Acceso: más allá de los cupos..



A CAMBIAR EL PROYECTO DE UNA UNIVERSIDAD 
QUE ES DE Y PARA LA ÉLITE:



Están sucediendo cosas en la facultad: de hace un tiempo se vienen escuchando siglas y conceptos raros como SIPEE, CAE, CUPOS DE EQUIDAD, etc. De a poco hemos ido conociendo más o menos en qué consisten, sin embargo…  ¿Nos hemos detenido a pensar más allá de la coyuntura?  ¿Cómo todos estos temas se relacionan con el movimiento estudiantil vivido el año pasado? ¿Cómo debería plantearse un sistema de acceso a la educación superior que rompa con la segmentación de formación para ricos y pobres?


Nosotros como colectivo tenemos algo que decir.

Antes de crear cualquier propuesta que pueda transformar o no la composición socio-económica de las personas que entran a estudiar  -en este caso- a nuestra facultad, hay que problematizar el tema  de frente con nuestros propios compañeros, analizando en profundidad las contradicciones que produce y en las que se sostiene este sistema. En este caso el acceso devela uno de los pilares que estructura nuestra actual educación como lo es la segmentación, pilar según el cual el tipo de educación que reciben los niños del país depende de los ingresos de sus familias, en donde según tu nivel socio-económico te aseguran o te niegan un cupo en la universidad; lo que finalmente se reproduce gracias a esta condición es la abrumante desigualdad social, ya que mientras unos tienen acceso al conocimiento, a formarse para pensar y dirigir el país, a crear o investigar en las distintas ciencias, otros solamente van a instituciones para aprender a ejecutar. 


Y si bien creemos que esta realidad es inaceptable, nos preguntamos ¿Y si entran más compañeros de los que hoy son sistemáticamente excluidos, cambiará el sujeto universitario que actualmente podemos ver en los pasillos? ¿Cambiará la forma de hacer universidad y la segmentación de la educación? Nuestra respuesta es no, no es suficiente abrir cupos de acceso equitativo, se requiere un cambio más allá de eso.

Un real cambio en el acceso necesita de un cambio del Proyecto de la Universidad a la que actualmente asistimos, el que es particularmente excelentista y chauvinista. ¿Queremos una verdadera Universidad de Chile, tal como lo dice su nombre, en la que se forme su pueblo? ¿o queremos la universidad para la elite intelectual y económica?. Nosotros consideramos que esa discusión hay que darla, reflexionando y construyendo el proyecto de universidad que nosotros queremos y la sociedad necesita, y en virtud de él proponer los cambios que creemos necesarios en el acceso, antes de caer en la operatividad y aspectos técnicos como si debiese existir o no la barrera de los 600 puntos en la PSU, si se abre un cupo más o un cupo menos, etc.


¿Y que pensamos del SIPEE entonces? 

La propuesta de rectoría -el sistema de ingreso prioritario o SIPEE-  continúa naturalizando las desigualdades de la educación superior: no pelea contra la meritocracia tan enraizada en los estudiantes y sus familias; y aunque apunta a seleccionar a los estudiantes que provengan de liceos municipales con mayor índice de vulnerabilidad de los quintiles I y II (los más pobres) mantiene como requisito la barrera de los 600 puntos en la PSU, filtro que deja afuera a la mayoría de los jóvenes con estas características. Todo esto refuerza cuál es el proyecto que tiene nuestra universidad actualmente, que no incluye dentro de sus intereses que la universidad sea para todos, sino que está determinada por el mercado, deseando codearse entre los índices  y niveles de rendimiento mundiales de excelencia, alejados sustancialmente de las necesidades de nuestra propia sociedad y subyugados al modelo capitalista: la Universidad de Chile busca ser una universidad para la elite económica e intelectual del país.


El acceso y las movilizaciones nacionales...


Replanteándonos las demandas del movimiento estudiantil del año pasado, podemos ver como se ligan éstas con lo que sucede en nuestra facultad. El año pasado queríamos cambiar el acceso, pero ¿de qué nos sirve si la realidad de nuestra facultad no va a cambiar? ¿de qué sirve si no habrá ninguna política de mantención a los nuevos integrantes, que ademas de asegurar todas sus condiciones para el estudio, también logre cambiar la forma de entregar el conocimiento, su orientación e incluso la identidad de clase que tiene todo el estudiantado? Porque la educación gratuita no soluciona de por sí todas estas desigualdades.


¿Qué hacer en la facultad?

Tenemos la firme convicción de que está en nosotros poder romper este círculo vicioso, empoderandonos de nuestros espacios, estando críticos a los procesos que están sucediendo, y sobre todo, participando en ellos no tan solo viéndolos pasar frente a nuestros ojos. Es hora de dar las discusiones y decidir cómo queremos que sea la universidad. Teniendo eso claro la propuesta de cómo debe ser un sistema de acceso no será tan difícil de aclarar, mientras tanto proponemos algunas definiciones para la coyuntura, que van en pos de ir derribando el actual proyecto elitista de nuestra universidad: 

  • Fin a la Barrera de los 600 puntos, no considerar la PSU en el SIPEE.
  • % de Cupos realmente relevante, para que el SIPEE no sea un saludo a la bandera.
  • Unidad de Mantención que desarrolle diversas formas de apoyo para todos los que ingresen a la Universidad (económico, académico, sicológico, etc.)
  • Revisión de los métodos de enseñanza, formas de evaluación y orientación del conocimiento de nuestras carreras. Relacionando el acceso y la innovación curricular en tanto ambas deben responder a un proyecto de universidad distinta.
  • Desarrollo permanente de debate, reflexión y construcción de propuestas sobre acceso, por que el SIPEE no debe cerrar el proceso de volcar la Universidad al pueblo si no todo lo contrario.

No hay comentarios:

Publicar un comentario